17 de enero de 2012

El almuerzo desnudo

David Cronenberg
Es comprensible la atracción que sobre el Cronenberg  guionista/director tiene que ejercer la obra de un escritor como William Burroughs y en especial este Almuerzo desnudo publicado en 1959, tanto por la temática como por el tratamiento narrativo que Burroughs utiliza en él. Veamos: desde su primer trabajo para el cine, (escrito, filmado, editado y dirigido por él mismo, Wikipedia dixit), el cortometraje Transfer de 1966, y ya resulta bien significativo el título, Cronenberg dio muestras de lo que iba a ser una de las principales obsesiones de su carrera: eso que podríamos llamar la vida interior, que en el cine viene a significar que se concede una especial importancia a la visión más psicológica de los personajes (supongo). Un detalle igualmente significativo: el propio director ha dicho que su obra debe ser contemplada "desde el punto de vista de la enfermedad” y conviene no olvidar que Burroughs decía que Language is a virus, y que a deshacerse de ese virus que es el  lenguaje dedicó una  gran parte de su obra. Quizá Cronenberg, malgré lui même, no alcance las mismas cotas de calidad experimental, pero es indudable que también él ha lo ha intentado con el lenguaje que le es propio, es decir el del cine. El problema es que adaptar al cine una obra de pura literatura como Naked Lunch resulta virtualmente imposible, ya que no posee el menor asidero formal sobre el que construir una historia: la novela, un peculiar monólogo interior de William Lee, una especie de alter ego de Burroughs, carece por completo de desarrollo lineal y gira en espiral alrededor de las obsesiones/alucinaciones producidas por la droga en el narrador, en un aluvión de imágenes literarias difícilmente  traducibles a imágenes cinematográficas. Así, Cronenberg echa mano de un truco un poco ingenuo y quizá no del todo honesto:  bajo el pretexto de describir el proceso de escritura de la novela, usa el tirón del título (un punto escandaloso, al menos a principios de los años 90, aunque ha corrido tanta agua desde entonces que hoy casi queda ingenuo todo lo que aquí se cuenta…
he ahí otro problema de este almuerzo: ha envejecido mal, se ha quedado un poco rancio) para ofrecer, en realidad, un pastiche de varias obras de  Burroughs  en el que mezcla también datos biográficos del mismo, incluyendo la presencia de escritores amigos del autor (Jack Kerouac y Allen Ginsberg o Paul y Jane Bowles son fácilmente reconocibles en algunos personajes de la película.) No sería mala idea, claro, si el resultado fuese un poco más satisfactorio. En el aspecto formal, Croneneberg  utiliza imágenes fotografiadas en un color estridente y sobresaturado de una nitidez ¿alucinatoria? que  termina fatigando más que sugiriendo. Quizá confundiendo cercanía con aproximación ¿psicológica? abusa un tanto de los primeros planos, con resultados poco convincentes:  parecería que los actores no acaban de creerse a sus personajes, y así, Peter Weller sólo resulta inexpresivo; Judy Davis en su doble  papel de Joan Frost/Joan Lee sobreactúa y gesticula en un intento, me figuro, de dar algo de carne a un personaje demasiado tópico, mientras que Iam Holm  se muestra tan amanerado como siempre… hasta los jóvenes gays son en exceso hermosos y gays…  Al intentar contar linealmente una inexistente historia, el desarrollo narrativo avanza un poco a tropezones, con una exasperante arritmia, sin encontrar nunca ese punto en el que se confunden realidad y alucinación que es el eje de la novela; no hay esa experimentación con el lenguaje que empapa al libro, aquí todo es plano, y tópico… y por lo tanto un poco aburrido. Pretenciosa y fallida como algún crítico la describió en su estreno, es sin embargo una interesante muestra del esfuerzo de Cronenberg por hacer un cine otro, y en ese sentido es una película muy de agradecer… aunque el sentimiento dominante tras verla sea la frustración.
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Ficha:
Título original: Naked Lunch
Año de producción: 1991
Duración: 115 min.            
País:  Canadá
Director: David Cronenberg
Guión: David Cronenberg
Música:  Howard Shore
Fotografía: Peter Suschitzky
Reparto:Peter Weller, Judy Davis, Ian Holm, 
                Julian Sands, Roy Scheider, 
                Nicholas Campbell, Monique Mercure, 
                Michael Zelniker, Joseph Scorsiani, 
                Robert A. Silverman, Mathilda May
Género:  Fantástico